El paradigma médico actual: Deberian tratarse más personas, y menos
síntomas
Convendría
desenfermar la clínica.
Cada pájaro a su
nido.
La psiquiatria como el resto de las disciplinas Psi, no se libra de
tensiones epistemologicas, ni de estar sometida al dictado del
mercado, que dirige nuestras sociedades.Hoy día la psiquiatria ,
basada en el modelo médico reduccionista y categórico encuentra
simetria en sociedades que ocultan, rechazan, y tratan de suprimir
las diferencias y diversidad. Los diagnósticos priman sobre las
historias personales de los sujetos que acaban convirtiendose en
objetos o sujetos pacientes en relaciones de subordinación ,
anulados, ninguneados, vejados, humillados, maltratados, y
silenciados en cada una de sus discrepancias.
La
hiperespecialización de las disciplinas, de la que también esta
aquejada la psiquiatria ( y la medicina en general), y su
autoritarismo cientifico, y cientifismo la hacen una disciplina
tóxica,
en lo que a salud se refiere. Poco
hace por entender el sufrimiento de las personas, desde un prisma en
el que lo único a tratar son los sintomas, y no proporcionar ayuda a
la persona que acude a consulta, y es que pierde la identidad del
sujeto en la categorización en la que pone empeño.
Por
que hay psiquiatras y psiquiatras, como en todas las profesiones, y
hay profesionales y profesionales, no se puede adolecer de ser
excesivamente generalisíta y entender que ser buena persona
signifique ser buen clínico, y que ser buen clinico signifique
psiquiatrizar al sujeto ocultando la verdadera realidad del
sufrimiento de la persona ( conflictos sociales , mobbing laboral,
bullyng, acosos o abusos sexuales, mal trato doméstico.....)
Una disciplina a la que debería de dejar de consultarsele en casos
de “sufrimientos mentales”, y devolver ese área a la
psicoterapia humanista , la sexología, e incluso a un sindicato (en
caso de que el sufrimiento lo esté ocasionando un conflicto
laboral). En este campo, en el que incluso para el psicólogo el
psiquiatra es una especie de clérigo predigando la biblia, el dsm y
sus equipos le obedecen como ser incuestionable y en posesión de “la
verdad”, ¿cómo puede entender el paciente como buen profesional o
buena persona a un psiquiatra?
Uso y abuso
La
excesiva medicalización , y por ende su gran dependencia de la
industria farmaceútica, la invención de enfermedades (disease
mongering) ,la insolidaridad, la escasa formación crítica y
reciclaje de los profesionales ( de la que se ocupan en multitud de
ocasiones las farmaceúticas) , y la visión patologizadora
, funcionalista (reduccionista)
de la Psiquiatria y de las ciencias “Psi” las convierten en
disciplinas cojas en lo que se refiere al abordaje del sufrimiento
del sujeto que acude a consulta, ineficientes para comprender la
“enfermedad mental” en su vertiente múltiple: histórica,
social, orgánica y psicologógica. Se constituye en una Psiquiatria
utilitarista
calificadora de todos los síntomas del paciente, al que acaba
cronificando y sumergiendo en un sistema autoritario
y negador de la verdadera esencia y realidad de los sujetos que
acuden a ella, como remedio a sus males.
Hoy
día, la psiquiatria continúa asentando sus hipótesis en el modelo
biomédico, modelo que patologiza lo que considera sintomas y lo
encuadra dentro de las etiquetas diagnósticas1.
Por tanto su finalidad es clasificar y calificar, una esencia como
“ciencia” totalmente reduccionista. Este
modelo va acorde a una sociedad en la que la diversidad es molesta,
lo diverso tiene tintes de enajenado, y lo diferente de locura, y en
la que todos hemos de vestir con el mismo traje, un modelo
hegemónico, y hasta sectareo .Para
el paciente, implica su cosificación y la vulneración de muchos de
sus derechos, (el máximo exponente es el ingreso involuntario que
debería de prohibirse ) reduciendo su identidad e historia
biográfica a un mero diagnóstico, en muchas ocasiones un auténtico
cajón desastre de conductas interpretadas todas ellas bajo el prisma
del síntoma , que agrava aún más el sufrimiento psiquico que
condujo a la persona a consulta. La administración de fármacos, en
lugar de beneficiar la situación personal , social y laboral de la
persona, en ocasiones acaba empeorandola, un aútentico drama.
Paradogicamente, en lugar de promover el bienestar de la salud,
promueve la enfermedad, y la estigmatización y discriminación del
que acude a consulta.
Y es que la psiquiatría
debería humanizarse y aprender a ser humilde , teniendo en cuenta
que sus hipotesis no son científicas,es una seudociencia,
sus postulados no tienen base científica .Un área que aborda en
muchas ocasiones la salud de manera deshumanizada y deshonesta para
el paciente que tras un proceso de pacientización ( el
proceso de convertirse en paciente, que implica estigmatización y
cronificación), gracias en gran parte a los psicofármacos
y la gran dependencia que generan.. Gran parte de los
especialistas se ocupan de convencer al paciente de que no son
conscientes de su enfermedad, que están en lo cierto, que la
etiqueta es la correcta, en su caso, sin ningún remordimiento de lo
que implica para dicho sujeto la categorización.
Sin embargo, a pesar de
la gran cantidad de asociaciones y movimientos sociales que abogan
por la revisión de sus teorías y trampas conceptuales y
metodológicas, la Psiquiatria recibe apoyos sociales y políticos,
porque se convierte en ocasiones en estrategia de alivio rápido de
los malestares cotidianos de nuestra sociedad, ( totalmente
manipulada para conducirla al pensamiento biológico) , sociedades
globales en las que el sujeto pierde su individualiad y la
consideración a lo diferente, en la que toda diferencia de criterio
se considera locura a la anormalidad y disidencia, o tal vez
amenaza.Tampoco es banal , entenderlo como negocio, y las ingentes
cantidades de dinero que mueve el mercado de la “salud,” y todas
sus escuelas.
Pero lo que nuestra
sociedad, al menos la que no está psiquiatrizada desconoce,
es que los psiquiatras, coaccionan , amenazan, privan de libertad,
hacen abortar ,violan derechos humanos y constitucionales. Etiquetan
de por vida a las personas, obligan bajo amenazas a tomar medicacion
o a encerrarlos , y hacen entender a una sociedad con poco espíritu
critico, que esas personas son peligrosas. Acaban convirtiendo el
sufrimiento humano ( algo humano) en un verdadero problema (y también
en un negocio) y lo elevan a problema psiquiatrico, ocasionando
problemas laborales y legales a los usuarios, y en ocaciones la
muerte, tras un proceso de maltrato institucional (por supuesto que
niegan ) normalizado, silenciado en el que otros clínicos como el
Psicólogo o la enfermera, son complices.
De esta manera, la
praxis medica actual se presenta ante el paciente como ineficaz,
insolidaria, violenta , capitalizada,y centrada en el sintoma
(incapacitante y maltratante), caracterizada por la
despersonalización(
olvidándose del sujeto, al que acaba por cosificar), una visión
reduccionista del sujeto , en el que no se tienen en cuenta
diversidades e indivicualidades. Es por ello que dentro del mismo
ambito de las “ciencias” Psi, se aboga por un enfoque y otro
discurso del sufrimiento psiquico, basado en el respeto, la
autonomía, la capacidad de elegir y decidir y en no autoritarismo.
Es decir, alejarse de una clinica de manicomial y tan lesiva, que
fomente la verdadera recapacitación del paciente y su recuperación,
no que incremente su estigmatización, como viene haciéndose.
Crear
espacios terapeúticos seguros en que la escucha y la aceptación
desplacen al miedo, que le ayuden a autoafirmarse, empoderarse,
autoafirmarse, a adquirir nuevas herramientas de afrontamiento y
control de las situaciones, promover sanar su autoestima, a través
de la autoafirmación, conductas alternativas, dar esperanza a la
persona y permitir que desarrolle su autonomía. Junto a esto tratar
de hacer el menor uso posible de medicación, o incluso reducirla
para
proteger, e incluso desarrollar las actividades cognitivas del
paciente, en lugar de adormecerlas, y hasta anularlas , quizás más
psicoterapia y menos farmacos, camisas de fuerza, lobotomías y
electroshocks.
Todo
ello implicaría adoptar posturas menos dogmáticas y pragmáticas, y
una sensibilización a los profesionales.Los juicios y
categorizaciones, deberían dar paso a la ayuda a los pacientes,
reduciendo el daño causado por sus praxis , considerandolos agentes
activos dignos consideracion y respeto2
con derecho a ser comprendidos y no juzgados. Algo que sin duda
implicaría un cambio de discursos, cultura, y concepto del vinculo
relacional entre el clínico y el paciente.
Ojalá
se vean, más habilidades que potenciar y menos síntomas que paliar,
más sujetos a los que ayudar, y menos a los que medicar.
El diagnóstico, la sentencia a muerte del sujeto
El campo de la salud mental es un ambito en el que los pacientes ven
vulnerados constantemente sus derechos. El mero hecho de recibir un
diagnóstico genera un estado de indefensión en el que se ven
mermados y de manera muy diversa nuestros derechos y
responsabilidades. Son espacios donde se utiliza la coherción y la
violencia de maneras muy diversas, incluso sutiles.
Tal vez, Szasz tuviese razón, y el más grave error lógico de la
psiquiatria moderna estuviese en denominar enfermedad a algunas
experiencias vitales, y la enfermedad mental no exista y las teorías
que sustentan dicho constructo hacen aguas por todos lados.
Que poca consideración y respeto categorizar y clasificar a la
persona que sufre, y obviar el devenir de esa persona, que para
muchos dejará de serlo, para ser tratada como un objeto, y con los
mismos derechos que un animal. Pero en la clasificación, no se acaba
la barbaridad de estos procesos, porque tras la categorización,
viene el tratamiento (psicofarmacológico, institucional)y es en
muchas ocasiones es cuestión de suerte, ser superviviente de un
sistema y su práxis, con tanto coste económico y personal .
La esencia calificadora de la psiquiatria y su “biblia” ( El DSM)
le conduce en la gran mayor parte de los casos a emitir un juicio, un
diagnóstico. Esta situación para el paciente supone una reducción
de su biografia a una etiqueta nosológica, una situación
estigmatizante, e incluso maltratante.
Estas valoraciones suelen ser habitualmente juicios subjetivos que
emplean como metodo de valoración una mera entrevista sin
estructurar. Por tanto poco contrastables con otros clínicos.
El
sujeto antes agente activo de su propio autonomia y gobierno acaba
convirtiendose en el predicado de la oración pasiva, (cosificación)
que en el transcurso del tiempo y con todas las herramientas puestas
a disposicíon del clínico represoras y cohercitivas, lo acabará
convirtiendo en personas inútiles para sí mismas y para los demás.
El afan por diagnosticar de la psiquiatria tal vez responda a la
necesidad de reducir al mínimo exponente situaciones economicas,
sociales, familiares o sociales del sujeto que sufre. Para este
último, un elemento estigmatizante, nunca es un beneficio para el
paciente.
Para este último implican infantilización, irresponsabilidad de sus
actos (justificados todos ellos como síntomas de su enfermedad),
indefensión(en los determinados como incurables), efectos
secundarios irreversibles en cuanto a estigmatización y
subordinación,objetivización (objetos sin voz susceptibles de
control, abuso y coacción)
En
todo esto habria que nombrar la tendencia constante a inventar nuevas
enfermedades, Disease
mongering,
el arte de crear enfermedad donde lo que habia era una dificultad, o
de elevar a depresión, ansiedad, para la tristeza o la inquietud.
Afortunadamente hay disidentes dentro de la práxis clinica que
abogan por no categorizar al paciente o cliente y abordar sus
experiencias vitales desde una comprensión y entendiemiento. Un
ejemplo de ello es el movimientos internacional STOP DSM V, que trata
de paliar las situaciones que desgraciadamente son más habituales de
lo que creemos.
La relación
“paciente” psiquiatra, y su equipo: La praxis manicomial
Si algo
caracteriza el vínculo paciente y clínico es la horizontalidad del
mismo. Vinculo teñido de biologicismo, autoritarismo y por ende
indefensión para el paciente, que debe asumir como ciertos los ,
muchas veces juicios de valor meramente subjetivos que sobre él
emite el psiquiatra venerado por su equipo, profesionales en muchas
ocasiones también sometidos al dictado de la verdad, la única que
existe, la del psiquiatra.
El
respeto incluye miramiento,
consideración
y deferencia.
De respeto
precisamente es de lo que adolecen la gran mayoría de las veces las
relaciones
psiquiatra-paciente,teñidas
en de deshonestidad, manipulación y coherción en las que el
paciente ( en total indefensión )acaba sometido a la voluntad de
quien manda empujado por el miedo y confusión que provoca , el
psiquiatra, que dispone de una cantidad de medios para hacerle creer
que su juicio es el correcto. Que su praxis, inhumana e irrespetuosa
es la correcta.
El contacto
con el facultativo será escaso, probablemente le verá en contadas
ocasiones, ya que la evolución del “tratamiento” es supervisado
por su equipo, en muchas ocasiones, no preparado, ( tambien sometido
a la voluntad del psiquiatra al que no le cuestionan absolutamente
ninguna decisión, y enmuchas ocasiones consindrome de burn out) para
escuchar la voluntad, y el juicio, cada vez más mermado del
paciente, al que se le administran involuntariamente fármacos con
unos efectos secundarios a nivel cognitivo que anulan progresivamente
sus capacidades cognitivas y volitivas, junto con las secuelas
cognitivas, que haya podido dejar un ingreso involuntario, una
contención, un electroshock....o cualesquiera de los metodos
manicomiales utilizados, que le hacen aparecer ante el mundo, con una
discapacidad que quizás, o seguramente, previo paso por la consulta
del psiquiatra no tenia.Paradógico, no ¿ Conocemos los datos reales
de suicidios que acaban induciendo los tratamientos Psiquiátricos?
Tratamiento farmacológico
Metidos en la rueda de
consumo, los pacientes se convierten en consumidores de fármacos
iatrogénicos y privados del verdadero conocimiento de las cosas,
ellos, y en muchas ocasiones, los familiares, para los que acaban
convirtiendose en una autentica carga.
La eficacia de los
fármacos psiquiatricos es un tema de debate en muchos foros. En
ocasiones, son de gran ayuda, pero hay otras situaciones en que sus
beneficios son nulos, y a la inversa totalmente perjudiciales,
cargándose al sujeto que los consume, al provocar discapacidades
cognitivas graves, literalmente se cargan al sujeto. Es el caso de
los antipsicóticos, considerados por varios autores entre ellos
Collin Ross, como producto de marketing, y sin ningún tipo de
beneficio para el paciente. Al contrario, se convierten en un arma
letal para ellos .El paciente y consumidor de estas “contenciones
químicas” es privado de la verdadera realidad que rodea a los
mismos, auténticas drogas legalizadas ( igual que ocurre con el
tabaco) y por ende las consecuencias de adicción y dependencia de
las mismas,( se ha demostrado que provocan las mismas reacciones que
la droga que se conoce como “polvo de angel) asi como la
corrupción en sanidad por recetar tal o cual marca del farmaco en
cuestión. Se nos priva del conocimiento de estas situaciones, pero
estamos metidos en la gran rueda del consumo,
Los fármacos
antipsicóticos, son una especie de “ camisa de fuerza química”
, asi los describen muchos clínicos, no reestablecen ningún
desequilibrio químico ( que en muchas ocasiones no existía), si no
que lo generan, y son responsables en gran parte de la cronicicidad
del paciente, que acaba haciendose adicto a ellos. Los efectos
son siempre diversos según el sujeto, pero en general reproducen un
estado poco natural de inhibición neurológica que afecta física y
psicologicamente. Tienen la capacidad de suprimir pensamientos y
emociones, y pueden resultar muy dañinos para el cerebro,en función
de sus dosis , el período de administración , sexo del sujeto que
los consume, entre otras variables.
Además , su ineficacia
se revela en multitud de estudios revelan que no impiden en la gran
mayoria de los casos las recaidas y suponen a corto plazo , el
deterioro de la capacidad de las personas para actuar, en situaciones
incluso de peligro. Es decir incapacitan funcionalmente al sujeto al
inhibirle de dar respuestas correctas ante situaciones , incluso
cotidianas y de la vida normal. Sujetos que se convierten inutiles
para sí mismos, y para los demás.
la barbarie de los ingresos involuntarios
Parece increible, que
en un Estado de Derecho como es españa, se de un caso de privación
de la libertad y la perdida de tantos derechos fundamentales, como se
da en los ingresos involuntarios.
Desde el
punto de vista jurídico las
personas con problemas de salud mental que son internadas
forzosamente están absolutamente desamparadas,
desde un punto de vista del derecho de defensa, durante ese duro
y terrible
proceso. Tanto desde el momento en el que se solicita su ingreso,
como durante el tiempo que se mantiene la privación de libertad.
Según el
artículo 763.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil si un profesional
de la salud mental detecta un trastorno psíquico severo y considera
que una persona debe ser internada, debe proceder a ello y
comunicarlo al Juzgado de Primera Instancia en un plazo inferior a 24
horas, a los efectos de que éste ratifique (o no) la medida a la
mayor brevedad posible. Durante todo el procedimiento la persona
afectada por esta decisión deberá ser escuchada por el Juez para
defenderse y podrá
contar con asistencia letrada si así lo desea.
Es decir, debe
manifestar expresamente que quiere que le defienda una abogada.
De lo contrario, por defecto, se entenderá que no desea esta
asistencia y no se le designará un letrado del turno de oficio.
Desde el punto de vista clínico, es una “terapeútica “muy
lesiva y a nivel judicial, una autentica aberración (Luis Miguel
Ortega, 2020). En estos internamientos se asiste a la privación de
todos los derechos del paciente, que en la gran mayoria de las
ocasiones, son abusados por los mismos profesionales y compañeros de
reclusión. Los familiares ajenos a las dinámicas internas, son
desconocedores de las violaciones emocionales, corporales , de
intimidad que sufren los pacientes, a los que en ocasiones ni si
quiera se les cree.
Las secuelas del
internamiento a posteriori, se asemejan a la vivencia de una
violación y el estrés postraumático que conlleva (Insomnio,
bloqueos comportamentales y actitudinales, miedo a relaciones
sociales, etc...).
Habitualmente, el
ingreso en contra de la voluntad del paciente, es una de las armas
del facultativo “o te tomas la medicación, o te ingreso”, una
estrategia de chantaje y manipulación cruel y humillante para la
persona con sufrimiento psíquico.
Camisas de fuerza,
contenciónes, electroshocks, lobotomias, polimedicación
involuntaria, shocks insulínicos......rozan la tortura, y todo sin
ningún tipo de autodefensa.
La contención
mecánica
Es
una práctica muy habitual en la practica asistencial, cohercitiva,
traumatizante y victimizante.
La
tec
Es
una praxis que esta denunciada como práctica de tortura a nivel
internacional.
Tiene
sus defensores, y sus detractores, por su puesto.
Entre
los que alegramente la apoyan se encuentran vinculos económicos con
las empresas que producen las maquinas.
Desde
mi punto de vista es el mayor grado de deshumanización y falta de
confianza en el ser humano de una ciencia que busca el alivio rápido
en el tratamiento de los síntomas.Los efectos secundarios que
provoca son gravísimos (daño cerebral). Por supuesto para
aplicarlos siempre esta la manida excusa de que con la persona a la
que se le aplica, no funcionaba nada.
Muchas de esas
prácticas coercitivas serían eliminadas en una situación
terapeútica, y a ello le facilitaria la promoción en la gestión de
personal, modelos de terapia centradas en las personas,
información y
formación a los agentes encargados de la tutela del sujeto, la
participación de los familiares en la mejoria de la salud de la
persona y otra serie de prácticas encaminadas a reducir el
daño de la
intervención terapeútica, menos dañinas y más humanas.
Autora. Angel silenciado.
Desde Antipsiquiatría científica y positiva no nos hacemos responsables de las opiniones emitidas en este artículo.
REFERENCIAS:
1. Naciones Unidas, Consejo
de Derechos Humanos, Informe
del Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes,
1 de febrero de 2013, A/HRC/22/25/53.
2.
Constitución Española. Boletín Oficial del Estado, 29 de diciembre
de 1978, núm. 311, p. 29313- 29424.
el sujeto categorizado,
convertido en sombra errante de sistemas ciegos, que no ven la
sombra de procesos psicociales, abusos,malos tratos (emocionales y
profesionales),etc, en eso se convierten muchas personas cuando
acaban diagnosticadas, victimas y verdugos de un proceso alienista y
reduccionista que las acaba convirtiendo en el atributo de la
oracion pasiva, objetos en lugar de sujetos,personas inútiles para
sí mismas y para los demás, tras un proceso tortuoso de
pacientizacion y cronificacion .
2 La
palabra respeto proviene del latín respectus y significa “atención”
o “consideración”. De acuerdo al diccionario de la Real
Academia Española (
56RAE),
el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que
se hace a alguien. El respeto incluye miramiento,
consideración
y deferencia.